Cuando se prevé un enfriamiento del mercado inmobiliario, el deseo de cualquier vendedor es dar salida a su inmueble cuanto antes. Pero, al intentar sortear esos posibles ajustes en el precio de la vivienda, se pueden cometer errores que tienen el efecto contrario. Elegir una buena estrategia y evitar tanto la improvisación como la precipitación son claves para vender una casa rápido.

Decisiones que no ayudan a vender una casa rápido

Un cambio de tendencia en el mercado tiene como consecuencia que muchos compradores decidan esperar acontecimientos. Es un obstáculo añadido que obliga a tomar decisiones para que la vivienda a la venta no pierda interés. ¿Pero qué no se debe hacer si se pretende vender una casa rápido?

1. Sobrevalorar la vivienda

Un precio poco realista hará que el inmueble no despierte interés y, cuanto mayor tiempo pase en el mercado, más difícil será la venta. Un error asociado es rebajar continuamente el valor, puesto que hará que los posibles interesados esperen nuevas rebajas antes de decidirse.

De hecho, un precio de salida demasiado alto (en comparación con la zona/casas similares), un periodo a la venta muy largo y las oscilaciones de precios constantes son 3 de las señales que alertan a los compradores de que van a pagar demasiado por una vivienda.

2. Desconocer la evolución del mercado

No es necesario ser un experto, pero estar al tanto del comportamiento del mercado inmobiliario es clave para adoptar una estrategia de venta eficaz. Saber cuáles son las previsiones a corto plazo ayuda a valorar la vivienda en su justa medida.

Así, un mercado al alza es momento para tratar de conseguir una mayor rentabilidad, pero en un mercado a la baja es mejor olvidar los 'experimentos' y valorar adecuadamente para vender una casa rápido.

3. Descuidar la presentación online

Las búsquedas de vivienda se realizan fundamentalmente a en Internet. Si la imagen que se muestra no es atractiva o las fotografías son de baja calidad, disminuyen las posibilidades de llamar la atención de posibles interesados en el inmueble.

Las visitas online a los portales inmobiliarios son el primer filtro a superar para captar la atención de posibles compradores.

4. Falta de limpieza y orden

90 segundos son suficientes para que un comprador decida si da un paso más en el proceso de compra o busca otra vivienda. El aspecto del inmueble es importante en cualquier visita física. La suciedad, el desorden o los malos olores provocan rechazo. La acumulación de enseres también puede distraer la atención de los compradores.

En cambio, una vivienda aseada, ordenada y con una decoración neutra permite a los compradores apreciar mejor los espacios e imaginarse viviendo en ella, fundamental para vender una casa rápido.

5. Rechazar visitas de última hora

Para vender una casa rápido, es esencial estar siempre preparado. Rechazar una visita inesperada o un cambio de hora en una cita significa perder oportunidades. Es importante que la vivienda esté siempre lista y el vendedor dispuesto a hacer un pequeño sacrificio para alcanzar el objetivo.

6. Acudir a agentes poco experimentados

La ayuda de un profesional en la venta de una vivienda puede ser clave. Pero solo los más experimentados conocen la evolución y condiciones del mercado y saben implementar las estrategias de venta más eficientes.

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7. No despersonalizar la vivienda

Una casa llena de objetos personales también puede provocar rechazo en los compradores. Estos necesitan visualizar cómo será la vivienda adaptada a su estilo y, para ello, su aspecto debe ser lo más neutro posible. Conviene retirar muebles auxiliares y todo aquello que sea íntimo: fotos, recuerdos, etc.

8. No negociar ni marcar la diferencia

En una situación de ajustes en el mercado inmobiliario, es un error negarse a hacer determinadas concesiones que animen la venta. Y también lo es no explotar todas las potencialidades de la vivienda: una gran terraza, electrodomésticos de alta gama, etc.